
El FBI ha advertido a los usuarios de Internet que sean cautelosos al publicar o enviar mensajes directos a fotos y videos personales, luego de observar quejas sobre falsificaciones profundas sexualmente explícitas que circulan en la web.
Los actores maliciosos están utilizando la tecnología basada en IA para manipular imágenes o videos benignos de las víctimas en contenido explícito. A medida que avanza la innovación deepfake, dicho contenido se vuelve más realista y más barato para que los malos accedan.
Las fotos y los videos generalmente se capturan de las cuentas de las redes sociales de las víctimas o de la web abierta, aunque a veces se solicitan directamente a la víctima.
Una vez alterados, se publican en las redes sociales, sitios web pornográficos y otros sitios web disponibles públicamente.
Las principales motivaciones de esta nueva campaña de deepfakes parecen ser el pago en dinero o tarjetas de regalo, o forzar a la víctima a enviar desnudos reales y/o contenido sexual.
Es una actualización preocupante pero predicha desde hace mucho tiempo del clásico ataque de sextorsión en el que las víctimas son engañadas o coaccionadas para que envíen contenido explícito a su perpetrador. Este último luego exige dinero o más contenido, amenazando con compartir las imágenes/videos públicamente o con la familia y amigos de la víctima si no cumplen.
Tanto niños como adultos han sido reportados como víctimas, y el FBI advirtió que puede ser “extremadamente difícil, si no imposible” eliminar el contenido manipulado una vez publicado en línea.
La oficina instó a las personas a considerar lo siguiente:
“A partir de abril de 2023, el FBI ha observado un aumento en las víctimas de sextorsión que informan el uso de imágenes o videos falsos creados a partir del contenido publicado en sus sitios de redes sociales o publicaciones web, proporcionados al actor malicioso a pedido o capturados durante chats de video, se lee en la alerta publicada en el portal IC3 del FBI .
“Según informes recientes de víctimas, los malintencionados normalmente exigían: 1. Pago (por ejemplo, dinero, tarjetas de regalo) con amenazas de compartir las imágenes o videos con familiares o amigos de las redes sociales si no se recibían los fondos; o 2. La víctima envía imágenes o videos reales de temática sexual”.
El FBI dice que los creadores de contenido explícito a veces se saltan la parte de la extorsión y publican los videos creados directamente en sitios web pornográficos, exponiendo a las víctimas a una gran audiencia sin su conocimiento o consentimiento.
En algunos casos, los sextorsionistas usan estas cargas ahora públicas para aumentar la presión sobre la víctima, exigiendo el pago para eliminar las imágenes/videos publicados de los sitios.
El FBI informa que esta actividad de manipulación de los medios, lamentablemente, también ha afectado a los menores.
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